En este momento, la integración se ha convertido en un término bastante común en la educación, ya que posee una gran trascendencia, acompañado de la inclusión, a través de la práctica de estos, se obtienen diversos beneficios sociales, como apoyar los derechos de las minorías, garantizar los derechos sin distinciones, además, evita la marginación social de las personas que sufren algún tipo de discapacidad. Por otra parte, puede decirse que actualmente, la inclusión en el proceso educativo, es indispensable, ya que es ordenada desde un ente gubernamental; ya sean instituciones, dependencias o cualquier organismo público ya que es un deber del Estado garantizar el derecho a la educación, por tal razón; se entiende que su principal intención será la de atender las diferentes problemáticas y necesidades que se observan por medio de esta carencia de políticas educativas que vigilen el papel de las escuelas en la integración de sus estudiantes.
Por lo que se hace necesario añadir la secuencia didáctica en la labor de los educadores, Feo (2010) plantea “la secuencia didáctica como todos aquellos procedimientos instruccionales y deliberados realizados por el docente y el estudiante dentro de la estrategia didáctica, divididos en momentos y eventos instruccionales orientados al desarrollo de habilidades sociales (competencias) sobre la base en las reflexiones meta cognitivas.” Lo cual deja en evidencia que el proceso contempla de manera satisfactoria las necesidades de aprendizaje entre el estudiante y quien le da el conocimiento.
| Del mismo modo, Figueroa et al., (2017) habla del término vinculación y como este se puede incluir de manera directa en los diferentes procesos de inclusión para que se no solo se desarrolle en la escuela “Como ya se ha visto, la vinculación es necesaria dentro de todo proceso de inclusión social, una vinculación que requiere de una relación entre los alumnos y entre estos y los adultos que intervienen en su desarrollo, de allí que sea importante incluir a las familias y a las comunidades. En este sentido existen varias estrategias que buscan promover esta vinculación alumno escuela-familia, comunidad.” Como tal la educación inclusiva es fácil en cuanto a definición se refiere. Esta surge del convencimiento de que el derecho a la educación, es un derecho humano fundamental, que a parte está en la base de una sociedad mas justa. Garantizando el acceso a la educación.Partiendo de esto, es importante entender que la finalidad de la educación inclusiva es garantizar el derecho universal, para que así las personas sean tratadas con igualdad y equidad, reconociendo la diversidad de todos, en los centros educativos, este fuerzo se encamina a ciertas particularidades, por las cuales los alumnos son excluidos, por ejemplo tener condición de discapacidad, también por el origen étnico, por su condición de género, su condición migratoria entre otras opciones que pueden presentarse.
Por lo tanto, según Chiroleu, (2009) “El diseño y aplicación de políticas públicas inclusivas en la educación superior adquieren, además, características singulares en los diversos países, respondiendo a factores propios de su estructuración social, a las lógicas sobre las que se asientan sus instituciones de educación superior y aún, a los climas ideológicos globales que afectan de manera dispar sus valores e instituciones.” Si bien, este tema se viene trabajando ya con tiempo, es importante establecer que este mismo no ha tomado mayor auge, sino hasta los últimos años, ya que está generándose a través de diversas estrategias, entre ellas comunicativas, que han fortalecido el sistema inclusivo especialmente.
Con esto en cuenta, el progreso del centro hacia estas condiciones, así como su consolidación y mantenimiento responde siempre a procesos lentos, progresivos, no ajenos a las dificultades, que suponen la negociación compartida de significados por parte del profesorado; en definitiva, la toma de conciencia y la responsabilidad de llevar a cabo un conjunto de innovaciones que afectan a todo el centro (Giné, s.f.). Asimismo, Giné, (s.f) en sintonía con los avances internacionales en este campo, el desarrollo de la integración en el marco de una escuela comprensiva ha producido en los últimos años una evolución conceptual en lo que se entiende por integración; se tiende a abandonar este término y sustituirlo por el de “inclusión”. En la base de esta evolución se hallan razones de naturaleza distinta que van desde las psicológicas y pedagógicas a las más estrictamente sociales y éticas, que luego se examinarán con un poco más de detalle. El proceso de inclusión recae en múltiples ocasiones en los estudiantes con cualquier tipo de discapacidad gracias a que se constituye como un campo emergente que exige un cambio global de la cultura y una mayor participación de quienes hacen parte del mismo (Lopez, 2008). Igualmente, en este estudio se asigna gran importancia a las voces de los estudiantes con discapacidad, puesto que es una manera de indagar cómo este cambio social se puede promover en el contexto universitario. Lo que se pretende es modificar los espacio para tener la capacidad de dar un discurso que cobije a todos, promoviendo las capacidades y las competencias de cada uno, creciendo y desarrollándose como persona, en los diferentes aspectos de la vida.
La inclusión educativa tiene como objetivo garantizar que nadie se quede sin la educación de calidad, esta debe tener una población global, que abarque distintos rumbos a la ves y así puede trabajarse bajo un modelo universal, entre más eficiente nuestro servicio está bien. Tener esta educación implementada, podría ser la garantía educativa del mantenimiento y la finalización de los niveles educativos, ya que, a partir del enfoque educativo, se estudiará el perfil de egreso del alumno, mirando así las competencias genéricas y las profesionales, destacando ambas partes del aprendizaje. Finalmente es importante resaltar, que una educación basada en la heterogeneidad, favorece en la búsqueda del reconocimiento de la diversidad, tratando a los alumnos de forma individual, desarrollando la capacidad de tratar a cada uno bajo sus propias necesidades. Además, esta particularidad favorece el desarrollo y el aprendizaje no solo en el ámbito académico, sino dejando ver valores como respeto, tolerancia, colaboración y democracia.
REFERENCIAS.
Chiroleu, A. (25 de Febrero de 2009). La inclusión en la educación superior como política: tres experiencias en américa latina. Obtenido de Revista Iberoamericana de Educación: https://rieoei.org/historico/deloslectores/2740Chiroleu.pdf
Feo, R. (2010). ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL DISEÑO DE ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS. Obtenido de Instituto Pedagógico de Miranda, José Manuel Siso Martínez: http://148.202.167.116:8080/jspui/bitstream/123456789/175/3/Orientaciones%20b %c3%a1sicas%20para%20el%20dise%c3%b1o%20de%20estrategias%20did%c3% a1cticas.pdf
Figueroa, X., Gutierrez, C., Velasquez, J., & Tibocha, A. (2017). Estrategias de inclusión en contextos escolares. REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 13, No. 1, 013 - 026. Giné. (s.f.). La asociacion a la diversa en el sistema educativo. . Obtenido de inclusion y sistema educativo: http://files.emdiaz.webnode.com/200000091- d91e9db133/Escuela%20inclusiva.pdf
Lopez, M. (15 de Febrero de 2008). De la Exclusión a la Inclusión: Políticas y Prácticas de la Universidad Española Respecto a los Alumnos con Déficit Auditivo. Obtenido de Archivos Analíticos de Políticas Educativas: https://www.unapeda.asso.fr/IMG/pdf/Lopez_Torrijo.v16n5.pdf
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